jueves, 25 de marzo de 2021

Conociendo a Eva Pichicha


Tuvo varios nombres antes de conocerla: Aria, Selva. Nosotros resumimos el último, el que tenía en el hogar de acogida. Le pusimos Eva, Evita, un nombre de militancia, políticamente comprometido.

La adoptamos en el año I de la pandemia. Constatamos que prefiere beber el agua que toman primero las palomas. Entendimos que era una medida de seguridad de los meses en que vivió perdida en la montaña. Es desconfiada con los humanos, aunque cuando eso cambia, le encanta jugar a las escondidas.

Creemos que es sanmartiniana, dado que aplica con rigor una máxima (adaptada en su caso) del General San Martín: ladra poco y lo preciso. A veces hemos creído que es una anacoreta, porque le encanta aislarse del mundo en los rincones más lejanos de la casa.

En los momentos de vida familiar, hay instantes en que nos mira y da la sensación que está a punto de decirnos algo. Luego, el segundo pasa, así que rascarse o morderse una pata pasa a ser la prioridad.

De esa tendencia a la meditación aislada y a estar a punto de comunicarse, nació esta idea, sobre que diria Eva Pichicha sobre esto o aquello y al juego le pusimos por nombre Así Habló Eva Pichicha.

1 comentario:

  1. Y entre tantas cosas trasunta que los ha colmado de una ternura infinita!.
    Bravo por Evita!

    ResponderEliminar